29 marzo 2014

A la calle que ya es hora    
Por Vicente Toti
   España, por mucho que el ministro Montoro (¡Mon dieu!) le eche la culpa a Cáritas, es el segundo país de la Unión Europea con el mayor índice de pobreza infantil, solo superado por Rumanía, según revela el informe de esos comunistas malos infiltrados en Cáritas Europa, presentado en otro país que tal baila al son de los depredadores: Grecia. La cosa va del impacto social de las políticas capitalistas impuestas por los países centroeuropeos, capitaneados por la Alemania de Merkel
   La muy noble y alemana señora Merkel, que dirige la gran coalición de Gobierno que entre el PP y el PSOE (traducido del alemán al español) quiere también, además de endurecer las condiciones para el acceso a determinadas prestaciones, como las que se cobran por los hijos a cargo, con objeto de evitar que los inmigrantes, que pueden recibir ayudas por los niños que mantienen fuera de Alemania, perciban subvenciones dobles y puedan darles estudios, para que se hagan “personas de provecho” y no dependan del ‘alemaniado’.  
   No saben ná los alemanes… Han conseguido lo que siempre buscaron: tener a sus pies a toda la mano de obra que necesiten a precio de saldo. Deben su bienestar a que los demás países le compran sus medicamentos, coches, trenes, tanques y demás, pero “aceitunita comida, huesecito fuera”. Y todo ello con el beneplácito de los medios de desinformación mundiales, herederos perfectos del invento puesto en práctica por otro insigne caballero, el nazi Joseph Goebbels. Un invento que es seguido con éxito indiscutible por los dueños del sistema económico-político internacional: hay que emitir constantemente informaciones, argumentos y falsedades a un ritmo tal, que cuando el adversario responda (con los pocos medios que tiene), el público esté ya interesado en otra cosa. En el fútbol, por ejemplo, los comedores sociales o los contenedores de basuras. Y después, señora Merkel, los gobiernos que usted gobierna se escandalizan porque la gente salga a la calle cabreada.