31 octubre 2015

“Cuando regrese el invierno” de Diego Caballero


Por Vicente Toti
  Muy buenas tardes. Vamos a presentar en este auditorio de la Biblioteca Pública de Huelva, a Diego Caballero, escritor, periodista, y a su novela “Cuando regrese el invierno” pero antes os hablo de una herramienta infernal, ese invento maligno llamado facebook, (feibut para los amigos). Tengo algo más de 2.300 de esos amigos, socios o compañeros y compañeras de viaje. Un viaje, a veces, hacia el atontamiento colectivo en curso aunque, hay que decir, que algunos colegas ponen cosas en sus muros que merecen la pena. Yo también participo de esa herramienta como enganchado a tiempo parcial y publico mis artículos de prensa, dibujos, vídeos o cuadros.
  Como bien sabéis, arriba de nuestros muros hay cuatro o cinco iconos en azul que se iluminan cuando alguien nos pone un “Me gusta” o nos hace una visita.
  Uno de esos iconos es como una carpetita para los mensajes privados. Es decir que lo que ponen solo lo ve el que escribe y el que recibe el mensaje (aparte claro está el espía de la CIA que nos vigila...
  Bueno pues un día veo iluminada la carpetilla de marras y aparece el amigo Diego diciéndome que, o le presento su novela junto a Rafael Terán (presidente de la Asociación de periodistas de Huelva, o me parte la boca. Bueno ya sé que no fue así exactamente… pero yo le dije que sí…por si acaso.
  Y aquí estamos.
  Cuando me habló del tema, me temí lo peor (lo mejor quiero decir) la novela iría de corruptos y corruptores en el periodismo, la justicia, la banca, los partidos y la biblia en pasta. No me equivoqué. También creí en un momento dado que lo mismo iría de los Puyol, Rato y demás basura. No va de estos renombrados buitres pero sí de muchos otros muchos buitres, de intriga y pasión, de locura bonapartista y humor. Bienvenido sea el humor. 
Yo me he llevado toda la vida sorteando buitres y azotando, dentro de mis posibilidades, la corrupción y este indecente e inmoral sistema financiero que nos malgobierna a niveles autonómicos, nacionales y mundiales.
  Bienvenida sea la magnífica novela de Diego Caballero, al que conocí hace muchos años cuando los dos estábamos (y estamos) en ese apasionante (y degradado) mundo de los medios de comunicación.
Diego tiene muchas cualidades: es valiente, escribe muy bien, es un tipo inteligente, buena persona y algo muy importante: ha tenido la suerte de nacer muy cerca de Zalamea: en Valverde del Camino.

17 octubre 2015

Vive el autobús

Como siempre estoy entre Zalamea y Huelva, me he convencido de que será mejor aparcar mi coche a la entrada de la ciudad, y usar el autobús para adentrarme en ella. En caso contrario: buscar aparcamiento, echar monedas, poner la matrícula en la maquinita…, multa si te pasas del tiempo, o garaje pagando un pastón. Sacas el bonobús, sesenta céntimos, y vas donde quieras, te sientas y ves la ciudad y la ciudadanía. Hace unos días, el amigo Aly, el del primer semáforo, frente a la Universidad, no estaba en su puesto por mor de la lluvia que caía en ese momento. Llego al siguiente semáforo en verde y paro, porque un muchacho cruzaba por el paso de "cebra" con el muñeco en rojo para él. El conductor del vehículo que me seguía se me pone al lado y me riñe por no haber pasado estando en verde para mí y en rojo para el muchacho que cruzaba: "¡Tenías que haber pasado!". Eso, y le mato, le contesto yo. "¡Tenías que haber pasado!" Eso, y yo mato al chaval por no esperar unos segundos. "¡Tenías que haber pasado; estaba en verde!" Eso, y yo lo mato... De pronto el conductor parece recobrar el sentido común, me sonríe, y me dice: "Perdone, amigo, lleva usted razón". Arranco satisfecho, aparco cerca de casa, espero el autobús número 7 que me lleva hasta la Plaza de las Monjas. Un periódico, un café y a escribir esto antes de que se me olvide.
Vicente Toti