Pasar por la calle la Plaza es algo habitual para mucha gente puesto que
se halla en el centro del pueblo, y es cita obligada para jubilados que observan
los trabajos en la otra plaza, la de la
Constitución. Por las mañanas es frecuente ver a la gente entrar en los casinos
a desayunar con churros (tejeringos para los castizos) y comentar los temas de
actualidad. A mi me gusta entrar en todos, voy turnando, unos días café en El
Permanente, otros en el Bla-blá y otros en el Perea incluso al de la calle
Hospital o el de Marsal. En uno de ellos, en el bar Perea, se ha puesto una
entrañable exposición de fotografías del recordado Manuel Perea Anta, un
personaje muy querido en Zalamea por su cercanía a todas las personas, su
beticismo, sus muchos años al frente de este antiguo casino que se llamó cuando
la Dictadura “Educación y Descanso”, felizmente rebautizado
en honor de Manolo, cariñosamente llamado “El Trompico” como Bar Perea. Ya se
sabe que en estos pueblos quien no tiene uno mote… se lo ponen enseguida. Pues en
una pared, la de la izquierda según se entra, Chary Pérez expone 12 bellos
óleos de pequeño formato y, a la derecha, una muestra fotográfica con
documentos gráficos dedicados a Manuel Perea. Una gozada ver a paisanos
nuestros, muchos de ellos fallecidos, momentos apasionados del mundo del
fútbol, de su Betis, y de la profesión de nuestro hombre: camarero de toda la
vida. También en esta misma pared se encuentran tres cuadros de tres pintores
zalameños: “Manolo sosteniendo a su hijo Manolín”, óleo de Vicente Toti, “Torre
a la sanguina” de Jesús del Toro, y “Vista de la torre desde la calle El Villar”,
de Rafael Bruno, extraordinaria persona y pintor ya fallecido y en el recuerdo
de quienes le quisimos como a un hermano y compañero del alma, compañero.
Vicente Toti