Mundial,
Brasil… y Mújica vente pa quí (Por:
Vicente Toti)
Estamos
en verano y, cuando escribo estas letras, no ha terminado el Mundial do Brasil.
Así que, como España dio la cantada, pienso cuando mi hijo me preguntó de niño
en unos mundiales: “Papá ¿nosotros con quien vamos?” con el equipo más pobre,
le respondí. Yo no me acordaba de esto pero en la presentación de un libro mío
en la Universidad de Huelva lo dijo. Y así seguimos...
Siempre
pierden los mismos, en Brasil, el racismo soterrado, hace que la inmensa
mayoría de los brasileños que acceden al campo sean de raza blanca y eso que la
mitad de la población es negra o mulata, es decir, pobres a quienes les gusta
el fútbol pero mucho más comer, de ahí su cabreo contra el sistema y el alto
precio de las entradas.
Hemos
visto el cabreo del presidente uruguayo, Pepe Mújica, por la desconsiderada
sanción a Luis Suárez por un pequeño mordisco a un contrario. Suárez se ha
disculpado pero el gran presidente Mújica, que no se muerde la lengua, dijo que
los dirigentes de la FIFA eran unos hijos de puta... (Y se ha corroborado
porque al autor de una escalofriante entrada a un jugador africano con rotura
de tibia y peroné no le enseñaron ni la tarjeta amarilla)
Además,
se dice que este mundial ha sido la gran venganza del mundo hacia los
norteamericanos por la comida basura, las bebidas basuras o la violencia que
exportan. ¿Cuál ha sido la venganza? ¡Le han inoculado el virus del fútbol!
(Que se jodan, como les dice la famosa diputada del Pp a los trabajadores...)
Por
cierto, con qué poquito trabajo el Messi ha conseguido que Argentina supere las
eliminatorias. Cosa de los genios. Aunque otro mucho menos genio pero más
cristiano (Ronaldo) se tuvo que conformar con otro pasaje de vuelta.
Los
que sí se están portando como fenómenos son los porteros: Ochoa, Howard o
Courtois (que con esa carita tan triste es capaz de alegrar la vida a media
Bélgica (y a la otra media).
Todo
va trascurriendo entre prórrogas y penaltis, tarjetas amarillas y rojas, así
como una multitud de tatuajes, que recuerdan a los caballeros legionarios
españoles de Sidi Ifni.
Ah,
y el tostón de Maldini que me hace quitar el volumen del televisor porque no
deja que uno pueda ver el partido sin tener que pensar si fulanito juega en el
Mónaco de lateral pero se le da mejor de portero...
Lo
dicho: chapeau, mon cher président
Mújica.