17 enero 2010

Puedo escribir los versos más tristes esta noche...

 Esto va casi siempre de pintura pero hoy hago una parada en mis más queridos monstruos de la pluma: Gabriel García Márquez, todo un fenómeno de la literatura en lengua española. Un número uno mundial. Yo recomiendo siempre este libro suyo: “Memoria de mis putas tristes” porque es poco voluminoso, y, sin embargo, magnífico, por lo que hace justicia al dicho de que “lo breve si bueno, dos veces bueno”. Tan bueno por lo menos como José Saramago, pues una vez leído su “Ensayo sobre la ceguera” o su “Manual de Pintura y caligrafía” (en la que nos acerca a la obra de pintores muy importantes en la Historia del Arte) se comprende en seguida que éste portugués estaba también predestinado a conquistar el Premio Nobel de Literatura. Y, cómo no referirse al gran poeta español Miguel Hernández, compañero del alma, compañero. A nuestro moguereño Juan Ramón Jiménez..., mientras otro inmortal como Pablo Neruda, también Premio Nobel de Literatura en 1971, poco antes de que Pinochet y la CIA acabasen con Salvador Allende y con la esperanza del autor del libro “20 poemas de amor y una canción desesperada”. El Poema 20, mi preferido, que otro día tendrá cabida aquí. Acompaño estas letras con un cuadro que pinté hace años.