27 enero 2010

Nerva, Zalamea, Riotinto... Santander

Estamos en Santander (soñar no cuesta nada) muy cerca de El Sardinero, mientras Sorolla nos muestra sus pinturas, entre ellas, la pesca del atún en Ayamonte. Mucha gente se echa al monte para pintar árboles y casitas…, mientras otros se quedan en la playa tomándose su caña, con sardinas y cervecita. ¡Cita sea mi estampa!: Sorolla pintando y yo aquí rajando. Uy, perdón: pintando… el genio y figura de un torero sobre el aire santanderino, todo muy taurino, si pensamos que Sorolla no solo pintaba niños desnudos en la playa y señoras con el cesto en la cabeza sino que, como se sabe, pintaba todo tipo de paisajes marineros, ayamontinos. Bueno, dejemos los pinceles, dejemos de mover los pinreles, demos los últimos toques a este matador de luces y, lo dicho: nunca perder el sentido del humor, aunque sea pintando más en serio de lo que, visto así, de pronto, se deduce.