18 diciembre 2009

Mirar un cuadro: La Cinta

Pintar al aire libre es siempre reconfortante, uno de esos días en los que a uno le apetece salir del estudio, cogimos los bártulos y pintamos frente a la ermita de La Cinta, en Huelva. Un cielo multicolor se refleja en la amplia plaza donde, un robusto banco esperaba "clientela". Fueron apenas dos horas de tranquilidad, de dejarse llevar por la orgía de colores que se empeñaban en salir, en armonía, desde mi paleta rumbo a su mejor destino: la inmaculada tela blanca de apenas 50 por 40 centímetros. Una última mirada, unos retoques, firma y vaso de vino blanco del condado en una tasca cercana para recompensar la faena... Picar para ampliar